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Nuestra historia
Barbarum, desde Santa Bàrbara (Tarragona)
Nacemos en tierras mediterráneas para elaborar aceites de oliva premium que celebran lo mejor de nuestra dieta.
Nuestro compromiso: ofrecer a las familias un aceite de la más alta calidad, pensado para quienes buscan lo extraordinario.
Lo que nos diferencia es la pasión por crear un producto único, hecho para auténticos amantes del aceite de oliva.
Paisaje
Nuestro paisaje es una combinación de llanuras y montañas por un lado y nuestro querido mar Mediterráneo por el otro.
La combinación trae veranos cálidos e inviernos suaves, con lluvias moderadas en primavera y otoño. Es un clima perfecto para el crecimiento y maduración de las aceitunas.
Alrededor de nuestros cultivos, muchos tipos diferentes de flores aromáticas (tomillo, orégano, estragón, romero, naranja ...) también agregan una sofisticada combinación de aromas secundarios a nuestros aceites de oliva.
Los cultivos del olivo
Una tradición milenaria.
El olivo forma parte de nuestro paisaje desde hace más de dos mil años.
Introducido por los griegos y valorado por los romanos —que ya consumían aceite de Hispania en el siglo I—, su cultivo se consolidó durante la época árabe, cuando se plantaron muchos de los olivos milenarios que aún siguen en pie.
Nuestra historia con el aceite de oliva se remonta a más de mil años.
Confía en nuestra experiencia.
Producción
Aceite de oliva de cosecha propia
Nuestros olivos, muchos centenarios, crecen con espacio y de forma natural. La recolección se hace con métodos tradicionales y en el momento óptimo, para asegurar la máxima calidad.
Las aceitunas se prensan en frío (<27 °C) solo con procesos mecánicos, siempre en menos de 24 horas desde la cosecha.
El aceite se conserva en depósitos de acero inoxidable, protegidos de la luz y la temperatura.
El embotellado se realiza bajo demanda, garantizando frescura y pureza en cada botella.
Resultado: un aceite de oliva virgen extra de altísima calidad.
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